jueves, 23 de septiembre de 2010

Pasado de un amor real.



¿Por que será que a veces nos cuesta tanto dejar el pasado atrás? En ese tiempo en que debe permanecer y quedarse ahí, donde está. Porque nos lamentamos más luego por no haber aprovechado el momento de ese ayer, lleno de felicidad, que duró tan poco y se fue como el viento, poco a poco… Y cuando me preguntan ¿Qué es la felicidad para vos? Si tengo que elegir un momento exacto, un sinónimo de lo que alguna vez llamé felicidad, elijo ese ayer, aquel ayer lleno de nostalgias, aquel que permanece en un rincón de mi memoria, aquel que dejó un gran vacío en mi corazón. Todo eso que recuerdo cada día que pasa y me lamento al saber, al caer en la realidad de no poder repetirlo. ¡Como desearía volver a sentir! Pero ya no siento. Todas mis fuerzas te las llevaste vos, esa tarde en la que me dijiste Adiós.

Sé que fui muy afortunada, al decir tu nombre y que lo escuches, al decir te amo y que también lo sientas, sentirlo, gritarlo para que todos sepan, la suerte que tuve al poder dormir con mi cabeza en tu pecho y desperar a tu lado, feliz y con el temor intenso de algún día no hacerlo. ¡Lo que daría por volver a sentir ese amor tan profundo! Esas ganas de verte, de extrañarte cada segundo que no te tenía, pensar en vos y sólo en vos, ese miedo de que llegue el día en que ya no te tenga. Ese temor que se repetía en cada pelea, cada vez que se escuchaba un se terminó. Esa esperanza al pedir perdón y que me perdones a pesar de todo.

Si pudiera compartir una tarde más, en la que podamos repetir ese amor radiante, lo haría. Pero no, haz decidido que es mejor vivir cada uno por su lado, conocer gente, crecer, dejarnos llevar por las vueltas de la vida y quizás algún día, si el destino lo permite o si nos damos cuenta de que no podemos vivir separados, volver a lo de antes. Pero aún sigo esperando ese momento ¿Sabes? Pienso en los pasos que debería dar hacia atrás, los que corregiría o los que saltearía para que todo fuese perfecto y poder seguir el camino que juntos construimos. Pienso más y me lamento por haberte dejado ir. ¡Y pensar que fue un segundo nada más! Un pequeño error…

Y al verte me paralizo, miro tus ojos y veo en ellos nuestra historia, que sigue viva, que para mi no ha terminado. Y quiero gritarte : ¡Donde están los que alguna vez sintieron que no podían vivir separados! Pero al decirlo ya es tarde. Ya me olvidaste.

Sin embargo yo te amo hoy, ayer y siempre. Sólo me quedan recuerdos lejanos de lo que alguna vez llamé felicidad y un latir intenso que me hace saber que lo nuestro fue REAL.


No hay comentarios: