viernes, 31 de enero de 2014

Memoria Celular

Ella refleja la expresión de ti como un ser holístico. Si reducimos una célula hasta el nivel del átomo, veríamos que está conformada por haces sutiles de lo que se ha llamado "info-energía." Esta info-energía incluye la información física, mental, emocional y espiritual que proviene de toda la experiencia de vida, herencia genética y generaciones pasadas. Nada de lo que experimentamos, escapa de quedar impreso y grabado dentro del holograma celular, en la forma de memoria. Lo que comúnmente llamamos "memoria celular" es el campo energético celular colectivo, generado por estas memorias celulares individuales.La información guardada en la memoria celular nos condiciona de tal manera, que nos predispone a percibir y comportarnos de una cierta, determinada manera. Lo que esta guardado allí, influencia nuestras relaciones con cada una y todas las cosas, que nos estén sucediendo.
¿Escuchaste alguna vez que nuestro cuerpo energético archiva tres tipos de memoria en sus células? La de la impronta enérgica, que es la ancestral, compuesta por todas las generaciones que nos preceden; la genética o del ADN, que es la más importante, ya que el 95% del tiempo estamos utilizando la memoria de aquello que vivimos en el vientre materno; y, por último, la memoria adquirida, es decir, nuestra idiosincrasia, lo que vamos aprendiendo a lo largo de la vida.

lunes, 20 de enero de 2014

Disfrute tanto, tanto cada paso
y goce tanto, tanto cada todoque me duele algo menos cuando partesporque aquí te me quedas de algún modo...
Ojala nunca sepas cuanto amabadescubrirte los trillos de la entregay el secreto esplendor con que esperaba tu reclamo de amor que ya no llega
Anda, corre donde debas iranda, que te espera el porvenirvuela, que los cisnes están vivostu canto esta conmigono tengo soledad...
Si uno llora cuando terminano alcanzaran las lagrimas a tanto,nuestras horas de amor casi divinases mejor despedirlas con un canto
Anda, 
 corre donde debas ir

anda, que te espera el porvenir.
vuela, que los cisnes están vivos
mi canto está conmigo

no tengo soledad...

lunes, 13 de enero de 2014

Alguien dijo alguna vez que la mejor terapia para el olvido es el odio. Que si el se va se debe cuidar de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra. Pero sabes, al final suele pasar que el odio es bastante aburrido. Porque además no se lo cree nadie. Quiero decir que a el no le afecta que el taladro de nuestra mirada le traspase porque no se siente culpable. Normal. Así que al final uno decide olvidar y tirar para adelante. Seguir en el camino y en la búsqueda. Hacer repaso de lo que hemos andado y quedarnos con lo bueno. Y tirar lo malo.
El crecerá. Yo espero que no mucho más. Se casará y tendrá hijos. Será el hombre responsable que todos quisieron. Y quizá yo también sea la mujer responsable que todos quieren, no lo sé. La ciudad seguirá imparable. Frénetica. Y nosotros perdidos en ella buscando quién sabe qué. Yo que sé que será de nosotros. Pasarán tantas y tantas cosas.

Si te vas, los árboles del parque seguirán creciendo, pasará este otoño.
Se unirán dos nuevas soledades, se dirán mentiras, seguiremos locos.
En el Metro sonreirás dormida camino de clase y yo como siempre quizás llegué tarde. 
Seguiré cerrando bares y recuerdos. 
No aprenderé nunca a retirarme a tiempo. 
Dormiré en la calle, besaré otros fuegos.
La ciudad en tu ausencia seguirá creciendo, devorando vidas, haciéndolas humo.
Otros cumplirán los planes que trazamos,
que no terminamos, haciéndolos suyos. 

Seguirás llorando en algunos cines, olvidando todo aquello que aprendiste.
Nacerán mil niños y nuevas canciones, y quizás alguno, quizás, lleve tu nombre.
Nuevos simulacros, nuevas confesiones.
Si te vas, los árboles del parque seguirán muriendo y también mi fe.
Seguiré olvidándome las llaves al salir de casa, 
y quizá en tu piel haya quien esconda allí su cansancio,
todos sus temores, o quizás sus labios.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando, que quizás las cosas no nos cambien tanto.
Tantas, tantas cosas.
Pero si te vas, estos días serán esa sucia y vacía franja de playa 
que queda cuando tú te has ido, cuando el mar se aleja y la marea baja.
Yo estaré cansado y quizá más viejo, maldiciendo estos días muertos.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando, que quizás las cosas no nos cambien tanto.
Tantas, tantas cosas...